Vine del “incendio”, junto con mi compañera inseparable Lola. Soy un poco sinvergüenza, ya lo sé, pero también soy risueño, obediente y muy cariñoso.
Como he dicho, siempre he estado con Lola, vivíamos en un prado. No conozco lo que es una casa y un dueño al que ver todos los días, que jueguen conmigo y me presten atención. Y todo eso es lo que busco.
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